El objetivo del proyecto Excelsior era diseñar un nuevo sistema de paracaídas que permitiera un descenso y aterrizaje seguros a los pilotos que se eyectaran desde una gran altitud, para lo era necesario subir a un hombre hasta la estratosfera con ayuda de un globo de helio. La gran altitud que se esperaba lograr añadía el problema de la baja presión atmosférica. Los efectos de la ausencia de atmósfera en el cuerpo humano son mortales, y no sólo por la falta de oxígeno, por eso fue necesario el uso de trajes presurizados.
El hombre designado para hacer la prueba fue el aviador y oficial de la USAF Joseph Kittinger, quien realizó tres los saltos de los que consta la misión. El primero de ellos, a finales de 1959, desde una altura de 23.287 metros, estuvo a punto de costarle la vida. El sistema estabilizador del paracaídas fue abierto demasiado pronto, enrollándosele alrededor del cuello. Aunque Kittinger estaba en caída libre con una rotación de 120 revoluciones por minuto e inconsciente, el paracaídas de emergencia, que se abrió a poco más de 3 kilómetros del suelo, le salvó la vida.
A pesar este incidente, Kittinger repitió el salto solo tres semanas más tarde. Esta vez desde una altura de 22.769 metros, consiguiendo un aterrizaje exitoso.
El tercer y último salto lo hizo el 16 de agosto de 1960. Desde una vieja pista abandonada al norte of Tularosa, Nuevo Mexico, inició el ascenso al que sería su gran salto. Un fallo de presurización de su guante derecho hizo que su mano se le inflamara, doblando su volumen y causándole un gran dolor. Aun así, Kittinger siguió subiendo y, tras una hora y media, llegó a una altitud de 31.300 metros. Desde esa altura, con una temperatura de 70º negativos y en medio de un silencio absoluto, o terrorífico como él mismo lo definió, Joe Kittinger pudo ver la Tierra como ningún ser humano la había visto jamás. La placa acoplada bajo la apertura rezaba "This is the highest step in the world" Y dándole la razón, Kittinger cruzó la apertura de su góndola deslizándose hacia el vacío.
A causa de la lejanía de la Tierra y de la casi ausencia de atmósfera, Kittinger no tuvo la sensación de estar cayendo. Sólo si tomaba como referencia su globo, que parecía alejarse contra el oscuro fondo azul del cielo, era consciente de que la gravedad hacía su trabajo. Cayó libremente durante 4 minutos alcanzando una velocidad de 998 km/h. Finalmente abrió su paracaídas a 5 kilómetros y medio del suelo.
Aunque no logró la fama de Neil Armstrong o Yuri Gagarin, la proeza de Joseph Kittinger es perfectamente comparable a la de éstos. Consiguió los récords de mayor ascenso en globo, salto en paracaídas de mayor altitud, caída libre más larga y mayor velocidad de un hombre en la atmósfera.
Tambien fue el primer hombre en cruzar el Atlántico con un globo de gas.
Todo fue filmado por la USAF y podéis verlo aquí.
Además, y para acabar con un poco de música, el dúo escocés Boards Of Canada utilizó algunas tomas para el vídeo de Dayvan Cowboy, tema incluído en el álbum The Campfire Headphase.
miércoles, 7 de enero de 2009
El gran salto de Joe Kittinger
Publicado por
f..
Etiquetas:
Historia,
Homo Sapiens,
Pioneros,
Planeta Tierra
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
halaaaaa
ResponderEliminar