martes, 6 de enero de 2009

La Vía Lactea deja de ser la hermana pequeña.

El estudio de la Vía Lactea tiene mucho de paradójico. Al formar parte de ella y no poder hacer observaciones directas de la galaxia en su conjunto, es más difícil conocer su estructura que la de otras galaxias que están a millones de años luz. Por ello hay que deducir sus características basándose en mediciones localizadas.

Un grupo de ciéntificos consigue nuevos datos que revelan que nuestra galaxia es más masiva y gira más rápido de lo que se creía. Con el Very Long Baseline Array, un conjunto de 10 radio telescopios repartidos en distintos puntos del hemisferio norte, han estado observando unas zonas de nuestra galaxia en las que se detecta la formación de nuevas estrellas. Se observaron estas zonas, llamadas másers, en diferentes estaciones del año, consiguiendo un triángulo formado por la estrella y las dos posiciones terrestres en la órbita alrededor del Sol con el que pudieron medir los cambios en la posición de los másers contra el fondo de objetos más lejanos. Con los datos obtenidos han podido hacer un cálculo más preciso de la velocidad del Sol dentro de la galaxia.

El resultado sorprendente es que nuestro sistema solar se mueve a una velocidad de 960.000 kilómetros por hora alrededor de la galaxia, 160.000 más de lo que se creía. Este "aumento" de velocidad implica que la galaxia es un 50% más masiva, tan masiva como Andrómeda, que era considerada la mayor de las dos. Y al haber más masa, mayor atracción gravitatoria; la Vía Lactea y su hermana colisionarán antes de lo esperado, esto es dentro de 2 o 3 billones de años.

Por si fuera poco, han encontrado evidencias de que nuestra galaxia no tiene dos, sino cuatro brazos en espiral. Los dos brazos nuevos serían brazos menores que principalmente contendrían estrellas jóvenes o en formación.

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