domingo, 4 de enero de 2009

El inicio de cuatro siglos de sorpresas.

“...¿Y qué diremos de los movimientos aparentes de los planetas, tan irregulares, que ellos no sólo se mueven por un tieempo en forma rápida y luego lentamente, sino que algunas veces se detienen totalmente, y luego, después de un largo tiempo, vuelven a moverse? Para salvar estas apariencias Ptolomeo introdujo epiciclos muy grandes, acomodándolos uno a uno a cada planeta, con algunas reglas de movimientos inconsistentes; todos ellos se eliminan con un sólo moviendo de la Tierra... “

“Diálogos sobre los principales sistemas del mundo” Galileo Galilei, 1632




Galileo Galilei nació en Pisa, el 15 de Febrero de 1564. Fue físico, astrónomo, matemático, filósofo, y gran conocedor del arte, en especial la literatura, la pintura y la música. Fue un hombre del renacimiento, mostrando siempre gran interés en la ciencia. Sus logros son muchos y en muchos campos, pero los más importantes son los que logró en el campo de la astronomía.

Era el año 1609 cuando Galileo escucha la noticia de que un óptico holandés llamado Hans Lippershey ha inventado un artilugio, compuesto de un tubo y dos lentes, que permite a quien mire a través de él ver objetos distantes como si estuvieran a pocos metros. Aun sin tener demasiados conocimientos en óptica, y sólo con las pocas referencias que tiene del invento, Galileo no tarda en fabricar uno y trabajar en él hasta mejorarlo. Usó este nuevo telescopio para observar, por primera vez, las estrellas, los planetas y la Luna. La Luna fue precisamente lo primero que observó, sorprendiéndose al comprobar que no era una esfera perfecta y lisa, como sostenía la escuela aristotélica que eran todos los cuerpos celestes. En "Sidereus Nuncius", 1610, la describe así:


“...me siento seguro de que la superficie de la Luna no es perfectamente lisa, libre de desigualdades y exactamente esférica,... sino que está llena de desigualdades, es desuniforme, llena de huecos y protuberancias, así como la superficie de la Tierra, la cual está alterada por todas partes con elevadas montañas y profundos valles...”


La primera evidencia de que el modelo geocéntrico es incorrecto la encuentra en Júpiter, cuando divisa cuatro cuerpos alrededor de éste. Tras varias noches estudiando sus movimientos, llega a la conclusión de que giran alrededor del planeta. Los denominó planetas mediciens, en honor a Cosme II de Médicis, antiguo alumno suyo. Hoy los conocemos como satélites galileanos e, individualmente, con el nombre que Galileo les dio: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Las cuatro mayores lunas de Júpiter.

La segunda evidencia, ésta a favor del modelo heliocéntrico que defendió Copérnico, está en Venus y sus fases. Galileo demostró que la única explicacion para las fases de Venus era que orbitaba alrededor del Sol, y no de la Tierra.

En 1632 publica “Diálogos sobre los principales sistemas del mundo”, donde usa estos y otros argumentos para burlarse de las ideas de Ptolomeo y hacer una defensa del modelo Copernicano. Al año siguiente Galileo es llamado ante el Santo Oficio, que bajo amenaza de tortura le obliga a renegar en público de todas sus ideas. Se prohíbe su libro y es condenado a arresto de por vida en su residencia de Florencia.
Galileo nunca dijo eso de "...y sin embargo, se mueve"

Enfermo y ciego, muere el 8 de enero de 1642.

Hoy su legado científico es indudable y reconocido, y es considerado el padre de la astronomía moderna. En 2009, Año Internacional de la Astronomía, se celebra el momento en que, cuatrocientos años atrás, Galileo dirigiera por primera vez su telescopio hacia el cielo.

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